martes, 6 de noviembre de 2012

Riesgos y perjuicios de la lactancia artificial para el bebé.

Hoy os voy a escribir una entrada en base a uno de los capítulos del libro de Lactancia Materna que compré hace poco.

Igual que publiqué una entrada de "beneficios de la LM para el bebé" ahora publico esta entrada para hablar de los riesgos de la LA. También hay que saber estas cosas antes de tomar la decisión de dar el pecho o el biberón. Que nadie se engañe con eso de que "con biberón se crían igual". NO. Con biberón se crían bien, el biberón ha permitido que muchos bebés no mueran, pero para nada se cría IGUAL un bebé con leche artificial que uno con leche materna. Esto está demostrado, aunque la diferencia no se vea a simple vista.

RIESGOS A CORTO PLAZO

- Peor adaptación gastrointestinal: la leche artificial implica un tránsito intestinal más lento: 3 horas para el vaciado gástrico frente a 1 hora en bebés de pecho, y la eliminación del meconio en un recién nacido es más lenta si solo se alimenta de biberón. Además, en la leche artificial no hay hormonas como la insulina, la hormona del crecimiento, etc, por lo que los bebés de biberón son más susceptibles a sufrir intolerancias alimenticias y a sufrir el cólico del lactante, estreñimiento, reflujo, etc.

- Aumento de incidencia y duración de procesos infecciosos: el bebé de biberón no se alimenta de anticuerpos ni factores que ayuden a si inmunidad, por ello padece más episodios y de mayor duración y gravedad de infecciones gastrointestinales, respiratorias, otitis, etc.

- Mayores tasas de hospitalización: en un estudio valenciano se demostró que el riesgo de hospitalización por procesos infecciosos es 7 veces mayor en los bebés no amamantados, y 4 veces mayor en los amamantados menos de 4 meses.

- Riesgo de infección por sucedáneo contaminado: la leche artificial no es estéril y esto expone a los lactantes a un mayor riesgo de infecciones que en ocasiones pueden ser graves como la causada recientemente por el E.sakazakii.

- Mayor riesgo de mortalidad postneonatal: el riesgo de que muera un bebé aumenta 1'3 veces si el bebé se alimenta con leche artificial en lugar con leche materna.

RIESGOS A MEDIO Y LARGO PLAZO

- Dificultades digestivas o de alimentación: El sabor de la leche artificial es siempre el mismo, mientras que la leche materna traslada los sabores de la dieta materna al bebé. Por ello la leche artificial puede dificultar la adaptación a la alimentación complementaria. Además, se ha demostrado un aumento de riesgo de maloclusión y mordida abierta en bebés de biberón.

- Peor desarrollo neurológico: En el lactante no amamantado se observa menor maduración cerebral al año de vida y retraso en la adquisición de los valores adultos de conducción nerviosa central y periférica. En bebés prematuros se observa menor maduración del desarrollo psicomotor y neurovisual. En la edad escolar se observa peor y más lento desarrollo psicomotor, menos coeficiente intelectual, aumento del riesgo de trastornos del lenguaje, peor agudeza visual, etc...

- Obesidad: los metaanálisis recientes demuestran que los lactantes no amamantados tienen un riesgo de padecer sobrepeso en un 35% más de los casos de bebés amamantados, y de sufrir obesidad en un 43%.

- Cáncer: El riesgo de padecer leucemia infantil es de un 9%, linfoma de Hodkin un 24% y neuroblastoma un 41% más en bebés que toman leche artificial.

- Enfermedades autoinmunes: Si disminuye el tiempo que das el pecho, aumenta el riesgo de que el bebé desarrolle una enfermedad celíaca. En un bebé de leche artificial, el riesgo de padecer una enfermedad celíaca al introducir el gluten se multiplica por 2.

- Enfermedades alérgicas: los lactantes no amamantados tienen mayor riesgo de dermatitis atópica y de asma.

- Peor vínculo afectivo y mayor riesgo de maltrato infantil: el contacto estrecho con la madre durante el amamantamiento, contacto físico, intercambio de olores y sonidos, el aporte de triptófano en la leche materna y la secreción de oxitocina en la sangre materna, favorecen sentimientos de bienestar, reducen el estrés y ayudan a establecer un estrecho vínculo entre madre e hijo. En un estudio de factores de riesgo para el maltrato infantil se identificó que el no haber sido amamantado aumentaba el riesgo en mayor medida que el hecho de ser hijo de madre joven, pobre o bebedora.


En el próximo post escribiré los riesgos para la madre que no da el pecho, que también lo hay.
¡Saluditos!

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